miércoles, 29 de marzo de 2017

Brave




He escogido Brave, una película de Disney. 

Es la historia de la princesa escocesa Mérida y de cómo, aún habiendo sido criada por su familia siguiendo cada estereotipo femenino que podamos imaginar y siendo esperado por su pueblo un comportamiento determinado, consigue recorrer el camino que ella misma decide marcarse y ser dueña de su destino y de sus sueños. 

Mérida es una princesa rebelde que termina demostrando que las niñas también son y pueden ser heroínas. Estaba destinada a casarse con alguno de los muchachos que cada familia del reino escogía, para así poder mantener la paz y la tradición; además, le estaba vetado el ejercicio de la caza y practicar el tiro con arco, pues al ser mujer tenía que dedicar su tiempo a otros menesteres más apropiados para ella. Sin embargo, tras desencadenar el caos sin realmente pretenderlo, hace gala de su rebeldía, su buen corazón y su valor para salvar a su familia y a todas las personas que habitan el reino de una terrible maldición.

Considero que puede ser un referente para niños y niñas, ya que se sale de la típica historia en la que la mujer conoce a su príncipe azul y tras una serie de contratiempos finalmente consigue casarse con él y dejar todo atrás. En este caso estamos viendo a una mujer fuerte, decidida y capaz de luchar por lo que genuinamente quiere contra viento y marea.

Cómo se cuela la violencia

Cuando una persona nace se espera que se comporte de una determinada manera previamente aprobada por la sociedad, y la presión social influye enormemente en el grado en que conformamos nuestros propios estereotipos.

Las categorizaciones, en lo que a roles de género se refiere, nos ayudan a crear nuestra identidad en la sociedad; es un grave problema cuando las personas son víctimas de lo negativo que supone la cultura de la estereotipación a causa del género.

Los roles de género en la infancia son diferentes para ambos sexos, pero es de esperar que con la concienciación que poco a poco se va apoderando de la sociedad -aunque sea de manera reticente- estas diferencias disminuyan con el tiempo y el progreso, y es que aunque la brecha entre géneros está disminuyendo en la esperanza de alcanzar la igualdad muchos niños y niñas se enfrentan a la discriminación toda su vida debido a los estereotipo. Es nuestro deber educar a la juventud de hoy y contribuir a un mejor mañana.

Pese a afectar a niños y a niñas, los estereotipos son especialmente duros con ellas, a las que se las guía hacia la creencia de que han de ser las encargadas de la vida en el hogar, se las tacha de débiles y sentimentales. Los niños, en cambio, empiezan a notar la presión de que serán los responsables del sustento de sus familias el día de mañana, que han de ser duros y dejarse guiar tan sólo por la razón.

Es necesario y de vital importancia darle a los mensajes que transmitimos a niñas y niños la importancia que se merecen, porque con el tiempo conforman realidades y las transforman, y ya que la sociedad no parece ser consciente de ello nos toca a quienes creemos en la coeducación liderar esta lucha que va de la mano con la igualdad real y efectiva, ya que de otro modo estaríamos fomentando relaciones asimétricas en las que la niña se convertirá en una mujer sumisa y de autoestima frágil, mientras que el niño será un hombre que tenga interiorizado que vale más que la mujer y que le está permitido imponerles su criterio.
Educar en igualdad es educar para el futuro
 

Prevención de la violencia y coeducación

Tras hacer una búsqueda en internet de "Prevención de la violencia y coeducación" he obtenido numerosos resultados, algunos de los cuales son los siguientes:

jueves, 16 de marzo de 2017

Cambia las cifras

Patricia Ortega es responsable de uno de los equipos de ingeniería de la Dirección General de Infraestructura del Ministerio de Defensa en su condición de Coronel del Ejército de Tierra desde el año 2015, el más alto rango militar que ocupa una mujer en España, pero no lo ha tenido nada fácil, pues entró en las Fuerzas Armadas en 1988 y al quedarse embarazada un superior le dijo que no llevaría uniforme hasta que volviera a ser digna de ello. Pese a ello, España es el país europeo con más presencia femenina en las Fuerzas Armadas con un 12'20%, aunque al principio no les estaba permitido entrar en la Legión o la Brigada Paracaidista, algo que afortunadamente ha quedado en el olvido -sólo España y Noruega permiten a las mujeres acceder a cualquier destino-. 

Patricia Ortega, como muchas otras mujeres, ha tenido que librar una lucha sin cuartel contra los estereotipos: para empezar era un mundo sólo para hombres en el que las mujeres tuvieron el acceso restringido hasta 1988, una vez solucionado esto vieron cómo no podían acceder a todos los destinos, son una minoría en los puestos de alto rango y algunas -como Patricia- han tenido que sufrir cómo se las humillaba al quedarse embarazadas, o incluso han sido víctimas de acoso. 

Es necesario poner fin a los estereotipos y la asignación de roles, hay que romper de una vez por todas el techo de cristal y tenemos que luchar en contra de la injusta brecha salarial; es la educación el medio más útil para conseguir todo esto, para lograr la igualdad entre los géneros. Es preciso reformar el sistema educativo para garantizar la educación en las mismas condiciones de oportunidad, de trato y de logro para niños y niñas. Además de esto hay que elaborar planes que se implementen tanto en la Administración como en la empresa privada y en las universidades y centros de formación, y contar con personal preparado para orientar a las personas en función de sus capacidades y metas y no en función de su sexo.



miércoles, 15 de marzo de 2017

Corresponsabilidad y conciliación

Es lamentable y tristemente cierto: con esta tarea me acabo de llevar una fuerte bofetada de la realidad que me rodea, y es que a día de hoy no conozco a nadie que viva en un sistema perfecto de corresponsabilidad y conciliación. Conozco a personas que dicen ayudar a otras en determinadas tareas -como si no fueran también responsabilidad suya-, o a otras que temporalmente y por razones excepcionales se han ocupado de algunas cosas que venían haciendo sus parejas pero que han seguido dejando la mayor parte de la carga en ellas. 

Ni familiares ni conocidos, ni en el pueblo ni en la ciudad, ni veinteañeros ni de mediana edad; hoy por hoy no conozco ningún caso en el que la mujer no lleve las tareas que tradicionalmente se le han asignado. Es desolador, en mi entorno una utopía.

Parece que muchos se niegan a avanzar en la materia, como si supusiera tan sólo un beneficio para las mujeres -que no es decir poco-, cuando es una mejora para todas las personas, para las empresas y para la sociedad en general.


Redibujar el futuro

No creo que sea importante conocer desde la infancia otros modelos de oficios y profesiones, creo que es imprescindible.

El hecho de que, por ejemplo, el porcentaje de mujeres en carreras técnicas en España ronde tan sólo el 25% y el de los hombres en Magisterio de Educación Infantil sea del 5% no quiere decir precisamente que a las mujeres se les den peor las matemáticas o que los hombres sean por naturaleza incompatibles con las criaturas en edad infantil. 

La mayoría hemos crecido rodeadas de una asignación de roles y estereotipos muy concretos: las mujeres son enfermeras, maestras o trabajadoras sociales; los hombres, en cambio, son médicos, ingenieros o jueces. Es un problema educacional, social y cultural: lo que no se ve no existe, y si no se cuenta con modelos a seguir y metas a las que aspirar porque hemos visto que ya otras personas lo han hecho antes es difícil imaginar que nosotras vamos a poder.


 

Contra-anuncio

Se trata de construir una alternativa del mismo producto desde el punto de vista igualitario, de realizar los cambios necesarios en los distintos elementos para eliminar los roles y estereotipos asignados tradicionalmente a los sexos. 


Análisis de un anuncio



Para el análisis he escogido un anuncio de una fragancia para hombres de Tom Ford, una campaña polémica con un alto contenido sexista muy explícito.

Carece de todo sentido que la idea que salga victoriosa a la hora de intentar vender una fragancia para hombres sea aquella en la que se utiliza de fondo la imagen de los pechos de una mujer, de modo que asociemos el usar esta marca con poco menos que obtener sexo a cambio. 

La anatomía femenina no debería usarse como reclamo para vender productos para hombres, es una práctica totalmente machista y anacrónica que va en contra de la lucha por la igualdad. Considero esta campaña ofensiva e indignante, ni siquiera aparece el rostro de la mujer, tan sólo es un objeto de deseo para el hombre que lleva a la despersonalización de la mujer. 

Según el Decálogo para identificar el sexismo en la publicidad este anuncio es sexista ya que:
  1. Fija unos estándares de belleza femenina considerados como sinónimo de éxito.
  2. Ejerce presión sobre el cuerpo femenino a través de determinados tipos de productos.
  3. Sitúa a los personajes femeninos en una posición de inferioridad. 
  4. Niega los deseos y voluntades de las mujeres y muestra, como "natural", su adecuación a los deseos y voluntades de las demás personas.
  5. Representa al cuerpo femenino como objeto, esto es, como valor añadido a los atributos de un determinado producto; como su envoltorio, en definitiva.

Es triste que a día de hoy  el sexo siga vendiendo, y es que ataca a las pasiones, a las sensaciones con las que lo asociamos, a la creencia en la promesa que hay detrás y a que lo polémico se nos graba en la retina, constituye, en definitiva, una manera eficaz de manipular a quien consume. Y para afrontar esto la herramienta más eficaz es la educación desde edades muy tempranas.

martes, 14 de marzo de 2017

Mujeres deportistas

Aliyá Mustáfina es una gimnasta rusa que forma parte del equipo nacional ruso de gimnasia artística.

Ha participado en los Juegos Olímpicos de Londres (un oro, una plata y dos bronces) y en los de Río de Janeiro (un oro, una plata y un bronce); en Campeonatos Mundiales ha conseguido tres oros, tres platas y cinco bronces; en Campeonatos Europeos se hizo con cinco oros, cuatro platas y tres bronces; en Copas Mundiales ha logrado tres oros y dos platas; y en la Universiada de Kazan ganó tres oros y una plata.

Pese a todo esto, al introducir su nombre en el buscador, me fue más fácil encontrar noticias como "La lista de las atletas olímpicamente atractivas" o "Aliyá Mustáfina sorprende con inesperada boda".

Esto, se mire por donde se mire, es un mal síntoma de la sociedad en la que vivimos. Es un problema a todos los niveles y es un problema en lo que respecta a las niñas, pues afecta a su práctica del deporte ya que no cuentan con referentes poderosos que salgan en los medios de comunicación y les demuestren que hay deportistas de alto nivel, que se puede. Si no ven esto, parece que no existe, y si no existe ¿cómo van a aspirar a ello? 
 
 
 

Modelos femeninos y masculinos en la publicidad

Los estereotipos femeninos y masculinos están muy extendidos, y el mundo de la publicidad no es ninguna excepción.

  • En lo que a la indumentaria se refiere no hay nada reseñable en la del hombre, mientras que la de la mujer suele brillar por su ausencia o ser muy sugerente.
  • El cuerpo del hombre no suele usarse como un trozo de carne para vender, pero el cuerpo desnudo de la mujer sirve para vender desde perfumes a puertas de garaje. Todo vale.
  • La actitud del hombre es poderosa, dominante y autoritaria, siempre listo para salvar el día. La actitud de la mujer, en cambio, es frágil, sumisa y necesitada.
  • Él suele ser un hombre de negocios, un ejecutivo, un tipo duro, alguien importante. Ella normalmente ocupa el rol de cuidadora y ama de casa.

La publicidad nos enseña la cultura del heteropatriarcado, el camino que otros han establecido por y para nosotras, perpetúa un sistema en el que la igualdad no existe, un sistema regido por los deseos y las necesidades del hombre; puede llegar incluso a ser peligrosa en cuanto que moldea las mentes de los más jóvenes y los predispone a ser igual de machistas que las generaciones anteriores. 

Es preciso y urgente acabar con los estereotipos y la injusta asignación de roles en todos los ámbitos. 


Miss Escaparate

El papel otorgado a las mujeres en la publicidad y en muchos medios y producciones es totalmente denigrante, hipersexualizado, vejado, pasivo, estereotipado, sumiso y cosificado; tan sólo cuentan con una mujer que es joven, delgada, guapa y frágil, apareciendo siempre como objeto de deseo del hombre, es poco más que un cuerpo, no se ofrece una imagen de la mujer en la que se reconozca una forma valiosa de ser y estar en el mundo.



lunes, 13 de marzo de 2017

Publicidad sexista


Hay campañas publicitarias que transmiten una imagen anacrónica, desequilibrada y estereotipada de la sexualidad. Además, promueven una sexualidad violenta con una desigualdad de género muy marcada que, de algún modo, la justifica. Este tipo de campañas publicitarias van en detrimento de una sociedad igualitaria, justa y no violenta. No se interpreta con libertad la diferencia sexual, sino que las representaciones son discriminatorias y pueden llegar a limitar la configuración de la identidad personal. Creo que en este tipo de campañas publicitarias la imagen de la sexualidad está distorsionada, parece sucia, violenta, obscena, arriesgada e incluso peligrosa, limitada tan sólo a personas que cumplen ciertos requisitos estéticos que no están al alcance de la mayor parte de la sociedad.


El papel de la mujer en estas campañas es, sin ningún asomo de duda, totalmente denigrante: hipersexualizado, vejado, pasivo, estereotipado, sumiso y cosificado. La mujer en la publicidad es joven, delgada, guapa, sumisa y frágil, apareciendo siempre a las órdenes del hombre, preparada para cumplir cualquier cosa que éste le encomiende; su papel consiste en satisfacer al hombre (u hombres), en no desobedecerle ni dignarse a estar a la misma altura que él, no importan los deseos de ella sino los de él, ella es poco más que un cuerpo. No se ofrece una imagen de la mujer en la que se reconozca una forma valiosa de ser y estar en el mundo, sino que se justifican las desigualdades entre sexos. El cuerpo femenino se usa como punto de apoyo de cosas como bebidas o perfumes, cosas que nada tienen que ver con su anatomía y que se podrían -y deberían- vender de forma diferente. La publicidad, en lo que respecta a la mujer, suele dar por buenos comportamientos machistas e incluso violentos, llegando a hacer poco menos que apología de la violación; lo peor de todo esto es que parece que lo hemos asumido y lo hemos normalizado, son muy pocas las personas que denuncian este tipo de prácticas tan extendidas. Hay una línea muy fina entre el sexo y el sexismo.